La izquierda sufre severa sangría como consecuencia de una muy mala decisión de Verónika Mendoza, quien muestra que no sabe discriminar correctamente al preferir aliarse con Vladimir Cerrón y dejar que Marisa Glave e Indira Huilca renuncien a Nuevo Perú. A paso lento, la izquierda sigue cavando su fracaso.