Lo mejor hubiera sido que se fueran el presidente Martín Vizcarra y los congresistas juntos, esto es, que se hubieran adelantado las elecciones. La disolución parlamentaria no es la mejor salida política. No obstante, la decisión del jefe de Estado es perfectamente constitucional. Peor escenario era que se quede este Congreso y continuara su labor de zapa del gobierno.