Uno de los proyectos que el Ejecutivo ha enviado al Congreso de la República es el referido a las cuotas de paridad de género. Si bien sería correcto dejar que la propia sociedad o el propio mercado determinen la existencia equitativa de condiciones, dadas las particulares circunstancias de inequidad que existen en la realidad peruana producto de una cultura machista que impide el desarrollo económico, laboral y político de las mujeres, es necesario que el Estado disponga de atajos legislativos que permitan equiparar esta desigualdad.
Con ello, se abriría el abanico de opciones y se permite al elector optar por quien considere su mejor candidato. Las cuotas de género no implican que el Legislativo termine conformado por mitad hombres y mitad mujeres, sino que las listas de candidatos estén conformadas así para que las mujeres tengan las mismas posibilidades de ser elegidas.
Ahora el Gobierno deberá mantenerse firme frente a la ola y machista que ya se está oponiendo a esta medida.