La última encuesta de GfK es demoledora para el fujimorismo. Los niveles de desaprobación del Congreso de la República y de su presidente, Luis Galarreta, equiparan los niveles de desaprobación del Poder Judicial y el Ministerio Público, hoy tan golpeados por el escándalo de los 'CNM Audios'.

Estas instituciones deberían haber sido las principales víctimas de la crisis que se ha desatado, pero el fujimorismo, por su torpeza para reaccionar, ha terminado incorporándose a la bolsa de los afectados. Es muy temprano para decir que el fujimorismo está herido de muerte, pero dada la natural torpeza que Keiko Fujimori muestra en su actitud y actividad política resulta difícil pensar que pueda recuperar un sitial político que le permita aspirar al 2021 con una alguna solvencia.