Queda por ver qué impacto político puede tener la salida de Kenji Fujimori y sus seguidores de Fuerza Popular. Pone en riesgo no solo la mayoría congresal, sino que eventualmente puede complicar su reelección al mando de la Mesa Directiva del Congreso. Si los disidentes se suman al resto de bancadas pueden formar una mesa antifujimorista.
Kenji suelto en plaza es claramente un candidato presidencial. Hay quienes piensan que la agenda de Kenji se agotaba en el indulto a su padre y se equivocan garrafalmente. Él quiere ser presidente de la República y apunta al 2021. Un fujimorismo dividido entre Keiko y Kenji no solo es de pronóstico incierto, sino que, además, complica sus posibilidades electorales presidenciales.