La reciente discusión sobre el pedido de la pena de muerte (que cada cierto tiempo la ponen en agenda ciertos políticos) no conduce a nada. Es estéril, no disuade a violadores ni a criminales. La cadena perpetua o una sentencia contundente es más efectiva.

Además, es imposible que el Perú apruebe la pena de muerte porque va contra nuestra Constitución y pactos internacionales.