Decir que en el Museo de la Memoria de Ayacucho que maneja la Asociación Nacional de Familiares de Secuestrados, Detenidos y Desaparecidos del Perú (Anfasep) se hace apología del terrorismo es mostrar ignorancia supina o una mala intención. No se entiende la actitud tan reacia del fujimorismo a la política de derechos humanos. 

El museo muestra la realidad que se vivió en Ayacucho, con la violencia propiciada por Sendero Luminoso y por las fuerzas militares y policiales. El museo debe ser apoyado oficialmente.

Foto: Heeder Soto