La jornada de los Censos Nacionales 2017, realizada ayer domingo, ha sido un desastre. No había material suficiente, no habían implementos necesarios, no habían empadronadores, el propio jefe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), Aníbal Sánchez, ha dicho que hubo una omisión de 2 o 3%, pero eso es un montón de gente. Y en un censo tiene que ser total, no puede ser una muestra representativa. Debe cubrir la integridad de los ciudadanos de un país.
El Gobierno no puede lavarse las manos con lo que ha ocurrido. La Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) debe asumir la responsabilidad. Encima, se han producido hechos repudiables como la violación sexual contra una ciudadana empadronadora.
Una vez más queda demostrado que el Estado peruano es un completo desastre.
