La terrorista senderista Martha Huatay está libre. Es indignante su salida pero se debe respetar el Estado de Derecho y, por tanto, su liberación. No obstante, es menester que nuestro servicio de inteligencia tenga las antenas encendidas ante las siguientes salidas de presos por terrorismo. Hay que tener cuidado con la infiltración política-electoral en sindicatos, para evitar que en los siguientes años surja otro movimiento armado.