Las declaraciones de la congresista fujimorista Maritza García confirman un chip reaccionario, ultraconservador y retardatario respecto a la violencia contra la mujer. Nuestro país vive una epidemia de violencia de género y requiere que ministerios e instituciones relacionadas con las personas más vulnerables, incluida la Comisión de la Mujer, los ocupen personas que tengan clara conciencia de los roles de la mujer y del hombre absolutamente equitativos.
Fuerza Popular tiene la oportunidad de confirmar si es una agrupación ultraconservadora o si pretende ser una evolución liberal del pasado fujimorista. La señora García debe dejar el cargo.